Fronda de Papel

Hoy, después solo de un día de haber subido mi anterior entrada, os traigo la reseña de Tres Deseos de Jackson Pearce. La he leído en nada, en unas pocas horas se termina y sin más os dejo con los datos y con mi impresión.

Título: Tres Deseos.
Título Original: Ash You Wish.
Autor: Jackson Pearce.
Editorial: Molino.
Páginas: 304 páginas.
ISBN: 9788427200272
Precio: 16 Euros.
Puntuación: 3/5

Sinopsis:

Desde que su novio rompió con ella, Viola ha pasado los días deseando en silencio volver a tener a alguien que la quiera y, lo que es más importante, volver a ser parte de algo. Hasta que un día, sin darse cuenta, llama a un genio de otro mundo, que se quedará en el suyo hasta que la chica pida tres deseos.

Genio está ansioso por regresar a su casa, pero a Viola le aterra desear, tiene miedo de no pedir lo correcto. Conforme los dos van pasando tiempo juntos, la línea entre amo y criado empieza a desdibujarse y Genio no tardará en reconocer que está enamorado de Viola.

Comentario personal:

Ayer, después de estar peleándome durante toda la tarde prácticamente con el IMM y cosas varias, me puse con el libro de Tres Deseos porque le tenía muchas ganas. Me picaba la curiosidad por la idea de tener un personaje masculino que fuera un Genio – no lo había escuchado nunca – y en mi ignorancia – eso me pasa por no haber cotilleado mal - me dejé llevar por dónde estaba colocado en El Corte Inglés y pensé que era novela romántica adulta.

Lógicamente no lo era y me llevé mi primer chasco. La protagonista es Viola, tiene 16 años y está en el instituto. Se siente fatal porque su novio rompió con ella – siete meses y cuatro días atrás –, además que no encaja en el instituto sintiéndose invisible. Después de haber conocido a protagonistas como Grace – Temblor – y Lenna – Hermosas Criaturas – me ha resultado una protagonista sin carácter hasta más allá de la mitad del libro y no he congeniado para nada con ella. Y lo he intentado, de verdad. He buscado conectar con ella rebuscando entre mi memoria cómo me sentía en esos años y aunque en algunas partes creía que lo conseguía, no hubo manera. Después mejora, en el momento en el que se da cuenta de lo que siente, pero la primera parte se me hizo un tantín pesada.

Genio me gustó mucho, mucho más, aunque es cierto que en los primeros capítulos suyos me resultó un poco cargante. Protector hasta límites insospechados, romántico en el fondo – o no tanto –, en principio odia estar en el mundo de los humanos y lo único que quiere es que Viola haga sus deseos, pero poco a poco va a ir cambiando de parecer y comenzará a mirar el mundo humano de una manera muy distinta.

Tiene un buen plantel de secundarios, sobre todo Lawrence – no he hecho más que pensar en Laurie de Mujercitas por el nombre– el mejor amigo de Viola u Ollie una chica del instituto. El libro tiene muy buenos momentos, que muestra la importancia de la amistad más allá del lugar en el que estés encasillado en el instituto. Nos encontramos con lo de siempre: los populares y los que no lo son. Viola, la protagonista, le gusta analizar esas relaciones que hay en el instituto y cuanto más se convierte en ella misma gracias a Genio más se da cuenta de que no hace falta estar en un grupo para sentirse integrada o completa.

Para una persona que siempre ha pertenecido al grupo de los “raros” donde quiera que fuera, como yo, eso me ha gustado y mucho.

Pero hay peros y es que aunque sea de fácil y rápida lectura, no me ha enganchado. Es más, mientras leía estaban pendiente al ordenador, al teléfono, al microondas – hora de cenar, ya se sabe -, etcétera. Lo he terminado por pura curiosidad, pero va a ser uno de esos libros que no me ha dejado una gran marca para recordar aunque está bien escrito, los diálogos no están mal, lo mismo que el estilo. Pero es que la historia me ha parecido más de lo mismo cuando creo que podría haber dado para mucho, mucho más.

En definitiva, una lectura ligera para pasarse una tarde sin muchas preocupaciones y con unos personajes que aunque tienen una chispa no terminan en convertirse en amigos de fatigas – y de historias nuevas – cuando cierras el libro. Mi personaje favorito Lawrence, creo que es el personaje más consecuente – y maduro por las circunstancias – de todos ellos, a Viola y a Genio en ocasiones me hubiera gustado encerrarlos.

Y para resarcirme y porque necesito mimos e historias de amor en plena ebullición, me voy a leer a Nora Roberts y Álbum de Boda.

¡Gracias por leer hasta aquí!