Poco a poco me voy acercando al libro de Aquerón y estoy deseándolo. Otro de esos libros que se leen en un suspiro y que deja un buen sabor de boca. Kenyon me tiene completamente loca por esta saga y solo deseo leer y leer y seguir leyendo.
Esta reseña forma parte del desafío de los Cazadores Oscuros.
Título: El cazador de sueños.Autor: Sherrilyn Kenyon.
Saga: Onceavo/Duodécimo de Dark Hunter
Editorial: Plaza & Janés.
Páginas: 333 páginas.
ISBN: 9788401382925
Precio: 17,50€
Puntuación: 4/5
Sinopsis:
Condenado por los dioses a vivir eternamente sin emociones, Arik solo puede sentir a través de los sueños de los mortales. Durante miles de años ha vagado por el subconsciente humano en busca de sensaciones. Y por fin ah encontrado a alguien cuyos sueños, intensos y subyugantes, colman ese vacío que anidaba en su interior.
La doctora en arqueología Megera Kafieri ha dedicado seis años a intentar cumplir la promesa que hizo a su padre: demostrar que la Atlántida existió. Ha viajado hasta Grecia, pero ella y su equipo únicamente encuentran problemas y obstáculos. Y su suerte no parece cambiar cuando el barco de la expedición rescata a un náufrago. Un hombre cuyo rostro Megera ha visto incontables veces… en sueños. Un hombre por quien daría el alma. Un hombre que le oculta demasiados secretos.
Comentario personal:
Poco a pocos nos vamos acercando al libro esperadísimo por todos, el de Aquerón, y creo que por esa razón se pasan las hojas con más ansias y aunque el libro ha estado bien, no ha tenido la misma química que los anteriores. Escrito en tercera persona, en esta ocasión nos zambulle completamente en el mundo de los Cazadores Oníricos con todas las consecuencias.
Arik y Gery o Megera me han gustado como pareja. Arik es un poco torpe, demasiado acostumbrado a no tener sentimientos, las emociones le envuelven y le dejan K.O. y no es de extrañar que meta la pata una y otra vez. Gery, por su parte, es un personaje femenino fuerte, divertida y con las ideas muy claras, daría todo por su familia, quizá porque ha perdido a gran parte de ella en el camino que le ha llevado a la Atlántida. Juntos hacen una historia preciosa, una historia de confianza, de amor, de cariño y de respeto.
Es libro para pasar unas horas entretenida, para deslizarse por las páginas sin más pretensiones que volver de nuevo a ese magnífico mundo creado por Kenyon, aunque en esta ocasión sea como en una trama lateral, lejos de lo que nos ha tenido acostumbrados hasta el momento aunque nos crucemos con viejos personajes secundarios conocidos como es Kat. La historia se desliza con facilidad por las páginas, nos muestra una nueva dimensión, la de aquellos que viven entre los sueños y la verdad es que lo he disfrutado, mucho. Esta mujer tiene una imaginación increíble, y un sentido del humor que me arranca más de una sonrisa cuando la leo.
Los secundarios tienen personalidad y son perfectos: Tory, Scott, Tia, Solin y Kat, sobre todo estos últimos. Además nos adentra un poco más en el panteón griego, teniendo el placer de conocer a algún que otro dios y ver alguna que otra escena genial, genial por la imaginación que tiene. El desenlace es perfecto. No podía esperarse nada mejor y a la vez es sorprendente por muchas razones que tendréis que ir viendo cuando lo leáis.
Sí, puede ser considerado un poco más flojillo que los otros, pero no desmerece para nada a la saga y es totalmente recomendable para todos aquellos que estéis adentrándoos en la vida de los Cazadores Oscuros.
El problema de intentar hacer una reseña a estas alturas, es que si digo algo tengo miedo de spoilearos toda la saga, así que me prefiero quedar calladita hasta aquí.
El cazador de sueños es un libro sencillo, divertido y con mucha emoción que nos abre otra de las múltiples puertas que Kenyon nos tiene cerradas y que solo nos deja vislumbrar de vez en cuando. Nos muestra el mundo de los Cazadores Oníricos, nada parecido al de los Cazadores Oscuros y quizá por eso puede chocar al lector de la saga. Arik es más dulce, te dan ganas de abrazarlo por la cantidad de veces que mete la pata, es mucho menos perfecto. Gery me cayó especialmente bien por la fuerza que desprender el personaje. Y los secundarios son sensacionales. En definitiva, un muy buen libro para pasar una tarde entretenida.
¡Un saludo, un beso, un abrazo y en esta ocasión una puesta de sol en alguna isla del Egeo!
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